viernes, 11 de julio de 2008




La luna se puede tomar a cucharadas

o como una cápsula cada dos horas.


Es buena como hipnótico y sedante

y también alivia a los que se han
intoxicado de filosofía.



Un pedazo de luna en el bolsillo

es el mejor amuleto para la pata de conejo:



Sirve para encontrar a quien se ama

para ser rico sin que lo sepa nadie

y para dejar a los médicos y las clínicas.



Se puede dar de postre a los niños

cuando no se han dormido

y una gota de luna en los ojos de los ancianos
ayuda bien a morir.



Pon una hoja tierna de luna

debajo de tu almohada

y mirarás lo que quieras ver.



Lleva siempre un frasquito del aire de luna

para cuando te ahogues

y dale la llave de la luna

a los presos y desencantados.


Para los condenados a muerte

y para los condenados de la vida

no hay mejor estimulante que la luna

en dosis precisas y controladas.



( Jaime Sabines )

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